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Fue radicada la nueva reforma tributaria del Gobierno del presidente, Gustavo Petro, la diligencia se realizó en la secretaría de la Cámara de Representantes en el Congreso de la República. La idea del Gobierno es que este proyecto de ley genere un recaudo de $26,3

 billones, los cuales servirán para financiar una parte del Presupuesto General de la Nación (PGN) 2026.

Dentro de los principales puntos que contempla este proyecto de ley se encuentra una imposición progresividad en los diversos tributos planteados. En estos se exalta que en lo que tiene que ver con el impuesto de IVA, este no gravará los alimentos de la canasta familiar, pero sí se revisarán beneficios tributarios para bienes y servicios consumidos por personas de mayores ingresos.

Y otro eje principal del proyecto de ley está relacionado en fortalecer los impuestos de renta y patrimonio.

“Hemos cumplido con los compromisos que hemos hecho como congreso, esperamos que haya un debate serio y responsable, que sea un debate en el cual se escuchen las opiniones de los diferentes actores sociales, políticos, gremiales y económicos del país, en ese sentido creemos que garantizar la estabilidad económica y fiscal del país es una prioridad en la cual deben interlocutar todos los actores de la vía social y económica del país y lo que estamos construyendo es un gran pacto fiscal en el cual no solamente tenemos las necesidades de financiamiento del año 2026, sino que estamos garantizando a través de esta ley de financiamiento la estabilidad fiscal y macroeconómica del país para el próximo Gobierno”, aseveró Germán Ávila, ministro de Hacienda y Crédito Público.

De acuerdo con el documento que presenta 94 artículos, los principales puntos que tiene este proyecto de ley están relacionados a las medidas orientadas a reducir el gasto tributario, ajustes en el impuesto sobre las ventas, renta, patrimonio, ganancias ocasionales, utilidad en la enajenación de activos fijos, medio ambiente, salud pública, tributación internacional, entre otros.

Bajo este contexto, se resalta del documento que, a partir del primer día del mes siguiente a la vigencia de la presente ley, quedarán gravados con el impuesto sobre las ventas a la tarifa general los bienes sujetos al impuesto al consumo de licores, vinos, aperitivos y similares, y los que se encuentren sujetos al pago de la participación que aplique en los departamentos que ejerzan el monopolio de licores destilados, se ceden cinco puntos porcentuales a favor de los departamentos con destino al aseguramiento en salud y de acuerdo con la metodología que defina el Gobierno nacional.

Las tarifas del impuesto al consumo de cigarrillos y tabaco elaborado, derivados, sucedáneos o imitadores serán las siguientes: para productos de tabaco calentado (PTC) por un componente específico $11.200 por cada cajetilla de veinte (20) unidades o proporcionalmente a su contenido. La tarifa por cada gramo de picadura, rapé o chimú será de $891.

“Por un componente ad valorem que se liquidará aplicando una tarifa del 10% sobre el precio de venta al público certificado anualmente por el DANE. Este componente ad valorem será liquidado y pagado por cada cajetilla de veinte (20) unidades o proporcionalmente a su contenido, por los responsables del impuesto en la respectiva declaración. Para la picadura, rapé y chimú, el ad valorem del 10% se liquidará sobre el valor del impuesto al consumo específico de este producto. Para los derivados, sucedáneos o imitadores es la siguiente: por un componente específico $2.000 por mililitro y un componente ad valorem que se liquidará aplicando una tarifa del 30% sobre el precio de venta al público certificado anualmente por el DANE”, resalta una parte del documento.

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En el segmento del impuesto del IVA también se le amplia el tributo a los juegos de azar y suerte, tanto físicos como digitales, las cuotas de administración, propiedad horizontal no residencial, se incrementará el IVA al sector de los combustibles. Actualmente se paga el 5% en gasolina y en diésel y se espera que aumente al 10% para 2026 y 2027 para que progresivamente llegue al 19% en el 2028. A este se suma un pago de IVA para los biocombustibles y biodiésel.

Entre tanto, en el impuesto a la renta se plantea una serie de impuestos, uno de los más representativos es el que se le impondrá al sector financiero y de aseguradoras, los cuales de ser aprobada esta reforma tributaria deberán pagar una tarifa del 50% en renta (35% general + 15 puntos adicionales).

A su vez, las iglesias o confesiones religiosas que obtengan ingresos provenientes del desarrollo de actividades mercantiles serán contribuyentes del impuesto sobre la renta y complementarios del régimen ordinario sobre dichas rentas, debiendo separar sus ingresos, costos, gastos y patrimonio de las actividades que mantienen el tratamiento de no sujeto al impuesto sobre la renta.

También, las sociedades nacionales y sus asimiladas, los establecimientos permanentes de entidades del exterior y las personas jurídicas extranjeras con o sin residencia en el país, deberán adicionar a la tarifa del impuesto sobre la renta unos puntos adicionales cuando desarrollen la extracción de hulla, de petróleo, las cuales irán del 0 a 15 puntos adicionales.