Una de las certezas más grandes que trajo la invasión rusa a Ucrania para los países europeos fue que no están suficientemente preparados para enfrentar un conflicto cercano a sus fronteras. El debate sobre la necesidad de producir más armas y mejorar sistemas de defensa se ha convertido en uno de los puntos cruciales en la agenda de la Unión Europea (UE), que esta semana empezó a discutir la creación de un “muro de drones” para proteger su flanco oriental.
La propuesta está envuelta en un halo de urgencia. En las últimas semanas, supuestos aparatos no tripulados y cazas rusos violaron los espacios aéreos de Polonia, Estonia, Dinamarca y Rumanía. El 19 de setiembre, tres cazas rusos MIG-31 permanecieron 12 minutos sobre territorio estonio, lo que obligó a aviones de la patrulla aérea de la Otán a interceptarlos. Las aeronaves de la alianza de defensa también se movilizaron para derribar varios drones rusos que violaron el espacio aéreo polaco. En Dinamarca, la incursión aérea obligó a cerrar aeropuertos.
La amenaza rusa fue descrita esta semana con contundencia en una reunión europea en Copenhague, en la que más de 40 líderes de la UE y otros países del Viejo Continente abordaron la seguridad regional. “Es muy importante tener un mensaje claro: los drones que violen nuestros territorios asumen un gran riesgo. Pueden ser destruidos, punto final”, dijo el presidente francés, Emmanuel Macron.