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En plena mitad del ciclo de siembra y cosecha del cultivo del arroz en los Llanos Orientales, los productores del cereal ya dieron su primer ‘campanazo’ de alerta para anunciar que se avistan tiempos difíciles sino se toman correctivos.
Así lo dio a conocer Fernando Murillo, vocero del núcleo arrocero del Meta, quien dijo que se viene una cosecha grande porque se estima un área sembrada de unas 200.000 hectáreas entre Meta y Casanare y que les preocupa que la industria molinera bajó los precios de compra pese a que el Gobierno nacional se había comprometido a evitar que bajaran.
“El precio de la carga de arroz paddy verde bajó de $126.000 a $115.000 y ese precio con los promedios normales de producción no cubren los costos de producción y nos lleva a pérdidas”, explicó Murillo.
Agregó que porcentualmente lo que se ha sembrado en los Llanos está repartido así: En el Meta se ha sembrado ya el 80 por ciento y en el Casanare un 60 por ciento.
Dijo que una salida a la crisis se podría dar si logran el apoyo al Gobierno para la exportación de 60.000 toneladas de arroz blanco que eliminarían del mercado unas 120.000 hectáreas de arroz paddy verde que están almacenadas.
“Eso ayudaría a darle estabilidad al mercado porque al exportar se estabiliza el precio interno del arroz porque al sacar arroz exportado baja el inventario. Pensamos exportar arroz a países como Cuba, Canada, Perú y Venezuela y el Ministerio está tramitando las cartas de admisibilidad para que nos admitan en esos mercados”, precisó.
Lo cierto, según los expertos, es que hay 680.000 toneladas almacenadas y se estima que para junio, cuando empiece la cosecha, se tengan en inventario 135.000 toneladas.
“Eso sería clave porque el país consume 250.000 toneladas mensuales y el inventario estratégico que debe tener el país es de mes y medio, y queremos que cuando llegue la cosecha grande en el mes de julio no vaya a saturar a la industria para que no se bajen los precios por efectos de la oferta y la demanda”, dijo.