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Una estrategia para llevar Gas Licuado de Petróleo (GLP) a los hogares en el país que aún utilizan la leña como energético está siendo estudiada por el Gobierno Nacional y Ecopetrol.
La propuesta, denominada ‘GLP para el posconflicto’, fue elevada por la Asociación Gremial Colombiana de Comercializadores de Gas (Agremgas) a Rafael Pardo Rueda, alto consejero para el Posconflicto; Germán Arce Zapata, ministro de Minas y Energía; y Juan Carlos Echeverry, presidente de Ecopetrol.
Esto, con el fin de dotar de estufas y cilindros a cerca de 3,5 millones de familias que aún utilizan este combustible vegetal sólido para la cocción.
“Después de firmar los acuerdos, los cilindros y el GLP son sin duda un instrumento para la paz”, señaló Camilo Gómez Alzate, director Ejecutivo de la agremiación.
Agregó que la fácil movilidad, las condiciones ambientalmente amables, el poder calorífico y la red de distribución hacen al GLP el combustible más idóneo para brindar calidad de vida, más en el campo colombiano.
“Su uso en generación eléctrica para pequeñas y medianas poblaciones, como energético para la refrigeración, el desarrollo agrícola y las nuevas alternativas en gas vehicular y náutico permitirán cambiar con rapidez y bajo costo las condiciones de vida en las zonas de posconflicto”, explicó Gómez Alzate.
La presente campaña, para llevar el citado combustible a las zonas más apartadas del país no es nueva. La primera fue llevada a cabo por el Gobierno Nacional en 1998 y se denominó ‘Gas para el campo’. La segunda se realizó en el 2005, con el nombre de ‘GLP Rural’.
Las iniciativas beneficiaron a más de 3.500 familias del país, las cuales fueron dotadas con estufa de dos puestos, manguera y regulador, cilindro con 33 libras de GLP y dos bonos para posteriores recargas.