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Aunque la cartera de crédito moderó su desaceleración, las autoridades y las entidades del sector están vigilando muy de cerca la morosidad en los préstamos, que continúa en aumento.
Datos entregados ayer por la Superintendencia Financiera señalan que el saldo total de cartera cerró mayo en 423,2 billones de pesos, que representan un crecimiento real de 2,21 por ciento (6,68 por ciento nominal).
Sin embargo, el saldo de créditos vencidos ya va en 18 billones de pesos, con un aumento anual de 33,8 por ciento. Visto de otra manera, por cada 100 pesos prestados, hay 4,2 que están ‘colgados’.
Esta proporción de morosidad se convirtió en la más alta registrada desde hace exactamente siete años.
Según la Superfinanciera, la mayor parte del deterioro corresponde a la cartera comercial (la de las empresas, que representa poco más del 55% de la cartera). En esta modalidad, la morosidad aumentó 44,8 por ciento real anual, aunque cabe recordar que ha habido temas puntuales con gran incidencia, como la liquidación de Electricaribe, pues sus deudas bancarias tuvieron que ser castigadas.
De todas maneras, el ente de vigilancia y control señaló además que hay “un deterioro en segmentos como el corporativo, leasing y pymes, en donde llama la atención el comportamiento del segmento transporte (terrestre) sobre el que las entidades vigiladas hacen un monitoreo específico”.
En cuanto al consumo, el aumento en la morosidad fue de 27 por ciento, a 6,9 billones de pesos, es decir el 5,9 por ciento del total.
Al mismo tiempo, se conoció que, mientras que los establecimientos de crédito redujeron sus utilidades, las demás entidades (aseguradoras, fiduciarias, fondos de pensiones y demás) mantuvieron el dinamismo.
Por su parte, los recursos que administran del público en pensiones, fiducias, fondos de inversión colectiva, entre otros, rentaron 29,6 billones de pesos en los cinco meses, 10 billones más que hace un año.