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Los dólares que entran al país por concepto de remesas enviadas por los trabajadores colombianos en el exterior, siguen ganando peso como fuente de ingreso.
Y aunque crecen, la realidad es que este año ya muestran algo de moderación, comparado con el ritmo que traían entre 2017 y 2018.
Datos preliminares del Banco de la República muestran que, entre enero y febrero de este año, estas transferencias sumaron 997 millones de dólares, que representan un aumento anual de 9,6 por ciento. Justamente, en el primer bimestre del 2018 el aumento anual había sido de 22 por ciento.
Esto muestra una moderación en el crecimiento de las remesas, tal y como se venía anticipando, después de varios meses rompiendo marcas y en medio del enfriamiento económico global.
Ahora, si se miran los números en un horizonte más amplio, los giros de los trabajadores colombianos en el exterior durante los últimos 12 meses (marzo 2018-febrero 2019) ascendieron a 6.425 millones de dólares. Esto es 13,5 por ciento más comparado con los 5.661 millones de dólares del año anterior.
Por lo pronto, Estados Unidos y España se mantienen como los principales orígenes de los recursos que entran al país, aunque hay un aumento en la participación de países como Chile, Australia, Canadá y otros de Latinoamérica, en los cuales hay una creciente población colombiana.
Sin embargo, las condiciones globales han cambiado, lo que puede afectar a estas transferencias.
De hecho, a comienzos de este año el Banco Mundial y la Asociación Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo (Knomad, por sus siglas en inglés), revelaron un estudio en el que estimaba un crecimiento inferior en los flujos de recursos para países de ingresos medios y bajos.
El informe señala que, después de un aumento de 10 por ciento en las remesas del año pasado, para 2019 prevén un crecimiento de 4 por ciento, a 549.000 millones de dólares.
Todo esto está relacionado con la menor dinámica de la economía global, que se verá reflejada en una menor actividad industrial y del comercio mundial.
Como se recuerda, de este riesgo se viene hablando hace ya varios meses, al punto que los bancos centrales en países desarrollados han sido mucho más cautos a la hora de apretarle las tuercas a la economía.
Además, en estos días, el Fondo Monetario Internacional advirtió sobre “un momento delicado” para la economía global, y ajustó las proyecciones de crecimiento a los niveles más bajos desde la crisis del 2009.
De hecho, una de las grandes preocupaciones proviene de China, pero Estados Unidos y Europa, que concentran la mayoría de migrantes colombianos, también han mostrado riesgos crecientes de enfriamiento.