En este portal utilizamos datos de navegación / cookies propias y de terceros para gestionar el portal, elaborar información estadística, optimizar la funcionalidad del sitio y mostrar publicidad relacionada con sus preferencias a través del análisis de la navegación. Si continúa navegando, usted estará aceptando esta utilización. Puede conocer cómo deshabilitarlas u obtener más información
aquí
Contrario a lo que ocurrió en el 2016, en la primera mitad de este año los sectores diferentes a petróleo y minería presionaron el descenso en la entrada de recursos foráneos al país.
Así lo muestran los datos de la balanza cambiaria del Banco de la República, según los cuales al 30 de junio pasado ingresaron al país 4.248 millones de dólares por concepto de inversión de extranjera directa.
Esta cifra representa una disminución de 8,6 por ciento en comparación con la que se registró en el mismo lapso del 2016.
Del total de IED, dos tercios tuvieron como destino el sector de petróleo y minería. Esta actividad recibió 2.814 millones de dólares, 300 millones más que hace un año, aunque todavía está muy lejos de los registros que tenía en el 2015, cuando superó los 5.000 millones de dólares en el primer semestre.
En contraste, la reducción fuerte corrió por cuenta de las demás industrias. La entrada de dólares de inversión extranjera directa para actividades no minero-energéticas pasó de 2.157 millones de dólares a 1.433,6 millones de dólares.
En este segmento incidió la venta de la generadora de energía Isagen, que se produjo a comienzos del año pasado. Pero, de cualquier manera, es una realidad que el enfriamiento de la economía se acentuó en la primera mitad del 2017 y eso ha afectado la ejecución de las inversiones en distintos sectores.
Por otra parte, la inversión de portafolio, orientada a los activos del mercado de capitales, siguió con su tendencia creciente.
Por este concepto ingresaron 2.357 millones de dólares, 723 millones más que hace un año, principalmente para invertir en deuda pública.