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La bolsa y la moneda brasileña se desplomaron este jueves, debido a los temores de los inversionistas ante las acusaciones de que el presidente Michel Temer avaló el soborno a un potencial testigo en la extensa pesquisa por corrupción denominada "Operación Lavado de Autos".
El índice referencial de la bolsa brasileña, el Bovespa se hundió preliminarmente un 8,83%, a 61.575 puntos. El real, en tanto, se desplomó un 8,15%, a 3,3890 unidades por dólar la venta, en su mayor retroceso desde principios de 1999.
El presidente brasileño Michel Temer rechazó este jueves la posibilidad de renunciar pese a las graves acusaciones de corrupción surgidas en su contra y a la erosión de su base aliada.
"No renunciaré", proclamó el mandatario en un mensaje televisado a la nación, después que el Supremo Tribunal Federal (STF) decidiera abrir una investigación sobre los señalamientos surgidos.
Temer, con una popularidad bajo mínimos, reivindicó su gestión, que apunta a sacar a Brasil de su peor recesión en un siglo mediante recetas de austeridad. "La caída de la inflación, los números de retorno del crecimiento y los datos de mejora del empleo crearon esperanzas de días mejores. El optimismo retornaba y las reformas avanzaban en el Congreso", mencionó el mandatario.
El mandatario, supuestamente, fue grabado por un empresario cuando daba aval al pago de sobornos para comprar el silencio del expresidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, y a su operador monetario, ambos en prisión en el marco de la operación 'Lava Jato' que investiga una red de sobornos para obtener contratos en la estatal Petrobras.
Esa grabación habría sido entregada a la justicia, como parte de la declaración premiada del empresario Joesley Batista, dueño de la mayor empresa cárnica del mundo, JBS. Pero Temer subrayó: "Yo no compré el silencio de nadie", antes de decirse convencido de que en el STF podrá demostrar que no tuvo "ningún involucramiento" con los hechos que se le reprochan y de exigir la investigación "plena y muy rápida" que merece el pueblo brasileño.
AGITACIÓN POLÍTICA Y SOCIAL
Pero la filtración de esa "bomba" en el diario O Globo la noche del miércoles generó agitación judicial, política y social, y todo tipo de especulaciones sobre el desenlace de esta crisis fulgurante.
Al menos tres legisladores ya presentaron pedidos de 'impeachment' y varios partidos, incluyendo algunos que votaron por la destitución de Rousseff, se aprestan a pedir el mismo tratamiento contra Temer, que se propone entregar el mandato a quien gane las presidenciales de octubre de 2018.
El expresidente Fernando Henrique Cardoso (1995-2002), de un partido aliado del gobierno, afirmó en su cuenta Facebook que si Temer carece de argumentos convincentes para defenderse "tendrá el deber moral de facilitar la solución, así sea con la renuncia".
Los movimientos que sacaron a millones de personas a pedir la salida de Rousseff -acusada de manipular las cuentas públicas- también llaman a volver a las calles para castigar a los "corruptos". Sin contar a los partidos de izquierda y las organizaciones sindicales y sociales, que piden la partida del "golpista" Temer y el abandono de las medidas de austeridad, con llamados a marchas este jueves en las principales ciudades del país.