Los congresistas republicanos en Estados Unidos cancelaron este viernes una votación sobre el proyecto de ley de salud, en vista que un creciente número de legisladores del partido gobernante declararon que se oponían a la última versión de la reforma apenas un día después de que el presidente, Donald Trump, exigió una votación sobre la que es una prioridad para su partido desde hace mucho tiempo.
El presidente de la Cámara de Representantes, Paul Ryan, suspendió la votación después de visitar al presidente en la Casa Blanca, según un alto asesor de la cúpula congresal. La cancelación es un revés vergonzoso que pone en duda la capacidad de Trump y Ryan para cumplir con su ambiciosa agenda, incluyendo impuestos e infraestructura, que son seguidos de cerca por Wall Street.
Se espera que Ryan hable con los periodistas a las 4 de la tarde hora de Washington. Ryan se negó a comentar detalles antes de la conferencia de prensa. El presidente Trump había intervenido a favor del proyecto de ley, al reunirse con decenas de legisladores y visitar el Congreso el martes para dirigirse al pleno de la cámara alta.
El presidente "dejo todo en el campo", dijo el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, en referencia a las reiteradas demandas de Trump sobre esta iniciativa.
Los principales asesores de Trump dijeron a los republicanos el jueves que al presidente se le había agotado la paciencia: quería una votación el viernes, ganando o perdiendo, incluso si eso significaba dejar a Obamacare en su lugar.