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Desde el pasado 27 de febrero, Avianca anunció a sus usuarios que tendrá que entrar a cobrar un recargo adicional a todas las personas que salgan desde el aeropuerto Almirante Padilla de Riohacha (La Guajira) hacia Bogotá.
Se trata de la estampilla ‘Pro-desarrollo fronterizo’, que fue establecida por la Asamblea Departamental de La Guajira con el fin de recaudar recursos que serán asignados a infraestructura física de la Universidad de La Guajira, del Instituto Nacional de Formación Técnica Profesional, a la inversión en desarrollo de la primera infancia, proyectos de infraestructura de transporte, entre otras aéreas que suman 12 renglones.
Según lo determinó la ordenanza, firmada por las autoridades departamentales, los viajeros tendrán que pagar una tasa adicional de 0,2 UVT, es decir, $6.700. Eso quiere decir que, en promedio, la tarifa aumentará 2%.
Y de acuerdo con Avianca, actualmente el costo total de un tiquete de Riohacha está compuesto por un 26% de impuestos.
Al respecto, la aerolínea manifestó su preocupación por tratarse de un tributo que no está asignado específicamente a mejorar las condiciones aeroportuarias sino para otros fines.
“Este es un precedente negativo que desestimula el crecimiento del sector y del turismo en la región. Por eso, la aerolínea hace un llamado a las autoridades departamentales para que reconsideren esta determinación y se construyan mecanismos que estimulen el crecimiento del tráfico aéreo en el departamento, en beneficio de sus habitantes, el comercio y el turismo”, anunció la compañía en un documento.
Portafolio pudo establecer que la aerolínea le escribió una carta a la gobernadora, Tania María Buitrago, con el fin de que no se haga efectiva la Resolución 476 de 2017, que es la que hace efectiva el cobro, y que se haga claridad sobre los mecanismos de recaudo de dicho dinero, que significaría cargas administrativas a la aerolínea.
Y aunque la compañía aérea manifiesta su intención de cumplir con la normativa, se mostró inconforme con el nuevo tributo y reiteró su solicitud a las autoridades de no asignar dichas cargas tributarias.
NO ES EL PRIMERO
El caso de la estampilla de La Guajira no es el primer gravamen que se crea en aeropuertos del país.
El más reciente fue una sobretasa que se cobraba a los viajeros que pasaban por la terminal de Rionegro (Antioquia), y que tuvo que ser demanda por la Asociación de Transporte Aéreo (Atac), en representación de todas las aerolíneas que viajaban allí, por lo que el Consejo de Estado ordenó suspenderla.
Al respecto, las aerolíneas ya han manifestado su preocupación por este tipo de tributos en repetidas ocasiones, teniendo en cuenta que Colombia es el segundo país con la mayor cantidad de impuestos en los tiquetes aéreos, después de Venezuela.