Lo que parece un juego de palabras es una fuerte realidad, porque el diablo está en los detalles: ya es sabido que el gasto de los hogares y el comercio crecen de manera importante, causando que la economía crezca, más es por la mayoría desconocido que a esta fiesta solamente están invitados unos pocos. Según los datos de Raddar, muy en línea con los datos del Dane en sus cuentas nacionales, el gasto de los hogares en términos reales creció en agosto 4,6%, lo cual es un muy buen crecimiento, frente a un histórico de 2,4%.
Sin embargo, esta fiesta no es para todos: el gasto en personas de ingresos altos crece al 7,8% y en ingresos bajo solo al 3,1%; esto se debe a que más del 70% del aumento del gasto viene financiado por créditos y no por remesas, salarios ni mucho menos subsidios: los hogares de ingresos medios y altos piden créditos para carros, tecnología y pagar viajes.
Para comprender el problema, analicemos la compra de carros en Colombia.
En lo que va de 2025 se han vendido cerca de 150 mil carros, cifra que parece enorme para nuestro mercado, con un crecimiento de 27%, pero, no lo es: supongamos que se compró un carro por familia, es decir, que 125 mil compraron uno, de un total de casi 18 millones de hogares; en otras palabras, solo el 0,8% de los hogares compraron carro nuevo. Así, esta gran dinámica del comercio deja ver que la fiesta no es para todos.
Lo mismo pasa con casi todas las categorías de gasto, donde es fácil ver que aproximadamente el 70% de crecimiento del gasto se hace con crédito, los bienes durables explican más del 10% de la dinámica y que los ingresos bajos solamente aportan el 15% del crecimiento, siendo más del 55% de la población. La fiesta es para pocos, en pocas cosas y con crédito.
A esto hay que sumarle otros retos, como que la compra de importados crece cerca al 20% y la de productos locales al 8%, mostrando y demostrando que pocas personas están comprando muchas cosas en otros países, mayormente porque aún no las producimos acá.
Esto deja ver que la idea que ha tomado carrera que la economía va bien porque el gasto de los hogares crece y el comercio vende más, es una gran mentira, porque ese mayor crecimiento no les llega a todos y mucho menos a la población de ingresos bajos, que de manera insólita, increíble e incomprensible aplaude los “logros” de un gobierno que no los benefician y que, según estos datos lo que hace es aumentar las brechas sociales, porque aplauden una fiesta a la que no fueron invitados.
Por eso, es que dicen que, de eso tan bueno, no dan tanto… ni a tantos.