La gestión adecuada de los residuos sólidos es un desafío constante para las ciudades colombianas, pues a medida que aumenta la población y el consumo urbano, los sistemas de recolección y disposición final de la basura se vuelven más complejos, demandando esquemas eficientes, sostenibles e incluyentes.
En Colombia, la prestación del servicio público de aseo está regulada por la Ley 142 de 1994 y el Decreto 1077 de 2015, y comprende actividades como la recolección domiciliaria, barrido, transporte, aprovechamiento y disposición final; sin embargo, cada población ha desarrollado sus propios modelos operativos según sus condiciones geográficas, económicas y sociales.
La capital del país cuenta con uno de los sistemas más estructurados. Bogotá opera bajo el esquema de Áreas de Servicio Exclusivo (ASE), que divide la ciudad en cinco zonas asignadas a diferentes operadores privados bajo la supervisión de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).
La capital del país cuenta con uno de los sistemas más estructurados. Bogotá opera bajo el esquema de Áreas de Servicio Exclusivo (ASE), que divide la ciudad en cinco zonas asignadas a diferentes operadores privados bajo la supervisión de la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp).