Ayer el Dane publicó los resultados de la economía de Bogotá correspondientes al segundo trimestre de este año. El PIB de la capital de la República sufrió una contracción de 15,2 con respecto al mismo período del año 2019. Frente al primer trimestre de 2020, la caída entre abril y junio fue de 14,7 por ciento.
Estos datos no generan mayor sorpresa. Tanto en el Distrito como en Colombia y en el resto del mundo, la pandemia del coronavirus golpeó severamente el desempeño económico y causó desplomes de magnitudes históricas.
Bogotá no solo ni fue la excepción, sino que las características de su aparato productivo la hicieron mucho más vulnerables a los choques desde la oferta y la demanda. La parálisis de las actividades comerciales, alojamiento, restaurantes, sectores de entretenimiento y servicios artísticos y culturales es responsable por más de la mitad de la contracción capitalina. Una quinta parte responde al golpe sufrido por el sector de las industrias manufactureras.
Al igual que los informes de la economía nacional, este reporte del PIB bogotano constituye una radiografía de los impactos económicos de las cuarentenas en un área metropolitana con una amplia gama de servicios, cultura, comercio y construcción.
Ahora que el Concejo de la capital discute el plan de reactivación económica propuesto por la administración distrital, esta “autopsia” del choque de los confinamientos generalizados sirve para orientar mejor los apoyos y los incentivos locales que los sectores más golpeados por la pandemia deberían recibir.
Además de los estímulos tributarios y la agenda tradicional de obras de infraestructura- y atendiendo las alertas sobre el impacto de más impuestos sobre el ecosistema digital- Bogotá enfrenta el reto de recuperar su dinamismo económico en medio tanto del coronavirus como de la incertidumbre. Es crucial esa reactivación ya que, como lo afirmaron desde el Distrito, sin ella Colombia no repuntará.
framir@portafolio.co
Twitter: @pachomiranda