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Como cualquier pescador, Diego Ochoa, un joven cartagenero de 26 años, extrae del río Magdalena su sustento. En su faena, sin embargo, no saca peces, recupera los troncos a la deriva que son fuente de inspiración para crear piezas de madera únicas que han llegado a Estados Unidos, Brasil, Canadá, Perú, entre otros países.
Administrador de empresas, Ochoa, encontró en este fenómeno natural la oportunidad de crear su propio negocio: Vetas del Mar, un emprendimiento que tiene como gran vitrina las redes sociales y un espacio en la sala de su casa, en Cartagena.
Allí son exhibidos troncos que ha vuelto a la vida en forma de muebles, centros de mesa, comedores, candelabros, lámparas, repisas y espejos. Todos son tratados para conservar su aspecto natural, de tal forma que los clientes se llevan piezas irrepetibles.
“Somos una empresa con tres años de trabajo que se ha dedicado a reinventar, desde el punto de vista ambiental y creativo, la industria de los muebles, rescatando maderas que han venido de las aguas dándoles vida hasta crear piezas únicas de decoración interior”, dice.
Imagen montañas avif Foto:Imagen montañas avif
Para mantener este negocio, Diego, que también es especialista en mercadeo, hizo estudios en el manejo de madera, que comprenden la conservación de los troncos, el secado, el barniz y el pegado. Además, cuenta con el apoyo de su madre, quien es diseñadora de interiores. “Yo me dediqué a aprender la parte industrial y mi mamá se encarga de la parte de la creación”, precisa.
Para la talla de piezas mobiliarias más grandes, Diego recurrió a árboles milenarios que han muerto por causas naturales y que puede utilizar después de unos análisis de las autoridades ambientales.
Imagen montañas avif Foto:Imagen montañas avif
De su materia prima cuenta que recupera muchas especies de árboles y a veces es difícil determinar cuáles son, no obstante, han podido identificar cedros, robles y campanos, también llamados Samán. “Nuestra mayoría de ventas es a través de redes sociales. Contactamos al cliente y él muchas veces nos envía fotos de sus espacios. Se ha convertido en un negocio en su mayoría virtual”, anota.
Sobre lo que más vende, Diego indica que los veleros iluminados son los preferidos por los clientes, dado que sirve para las mesas de comedor o de noche. “Tenemos piezas decorativas para mesas desde los 120.000 pesos y mesas de comedor desde los 2'900.000 pesos”, apunta.
Imagen montañas avif Foto:Imagen montañas avif
Finalmente, este joven recalca que el proyecto inició desde una perspectiva que busca inspirar a las personas desde la parte natural. “Tratamos de mantener cada pieza con su mayor expresión natural, tratamos de resaltar las vetas, las texturas originales de la madera. Siempre estamos con la mente muy abierta para tratar de interpretar cada figura y poder hacer los cortes indicados para que en el momento de tallar nuestros artesanos puedan aún inspirarse más”, puntualiza.