Algunos indicadores económicos publicados la semana pasada revelaron que el año 2020 arrancó con dinamismo. La Dian reportó un aumento del 12,8 por ciento del recaudo para enero y febrero llegando a los 29,6 billones de pesos.
El sector hotelero tuvo en enero pasado un mes de resultados récord con el 59,5 por ciento de la ocupación mientras que los ingresos variaron a una tasa del 7 por ciento.
El Dane informó que tanto la actividad industrial como el comercio registraron buen crecimiento durante el primer mes del año. Las ventas del comercio experimentaron un aumento del 7,5 por ciento en enero pasado en comparación con el mismo período de 2019 y ninguno de los 19 grupos de mercancías cayó.
Estos datos ratifican el papel crucial del consumo interno como motor de la actividad económica nacional.
La producción industrial en el primer mes del año creció un 3,7 por ciento mientras que sus ventas subieron un 4,5 por ciento en comparación con el mismo período de 2019. A pesar de ello el empleo en las actividades manufactureras tuvo un descenso del 0,6 por ciento. Estas estadísticas confirman que el arranque de 2020 fue positivo para estos sectores jalonadores de la economía.
No obstante, el doble impacto de la llegada de la pandemia del coronavirus a Colombia, junto a la caída de los precios del petróleo y la disparada del dólar generarán un impacto que se sentirá en las próximas mediciones de las organizaciones estadísticas. La magnitud total de esos efectos del Covid-19 en el comercio, la industria, los impuestos, los hoteles y el empleo aún es muy pronto para determinarla con exactitud.
Pero, por ejemplo, una encuesta del Emisor muestra que las expectativas de la inflación para este año suben ante la actual coyuntura de alta devaluación y bajos precios del petróleo. Si bien la severidad y la duración de los impactos económicos de la pandemia aún son inciertos, junto a la salud, la economía, los empleos y los más pobres requieren protección.