Los expertos en ‘gabinetología’, esa especie de deporte colombiano que consiste en pronosticar los cambios que sucederán en el alto Gobierno, quedaron sorprendidos.
Después de semanas de hacer apuestas con respecto a los nombres que podrían salir del equipo ministerial -y de sus eventuales remplazos- el primer movimiento tuvo lugar en el seno del equipo económico.
En contra de cualquier cábala, un comunicado de la Casa de Nariño informó que Juan Pablo Zárate, integrante de la junta directiva del Banco de la República, asumirá el cargo de viceministro técnico de Hacienda. Así se cubre la vacante de Luis Alberto Rodríguez, quien pasa a Planeación Nacional.
A primera vista suena raro que alguien que estuvo en la misma posición doce años atrás, decida devolverse a la entidad en la que pasó un largo trayecto de su vida profesional.
La explicación formal es que se trata de alguien que conoce a fondo temas clave para la agenda pública y que será muy útil tanto en la actual discusión del presupuesto del 2020, como en el debate de la próxima reforma pensional o la implementación de las recomendaciones de la misión que trabajó sobre el desarrollo del mercado de capitales.
Los partidarios de hilar delgado creen, por su parte, que aquí se está incubando el remplazo de Alberto Carrasquilla, para cuando el actual titular de la cartera de Hacienda deje el cargo dentro de unos meses. Solo esa posibilidad explicaría la lógica de retornar a un peldaño que, en principio, se encuentra más bajo que estar en el Emisor.
Si esos cálculos son válidos o no es algo que solo se sabrá con el tiempo. Por ahora lo importante es que el Ministerio recluta a alguien que tiene credibilidad frente a los interlocutores del Ejecutivo, comenzando por las entidades multilaterales, los gremios y la clase empresarial. Semejante apoyo no es de poca monta y debería darle un empujón a la fiabilidad de la política económica, que gana con la llegada de un verdadero técnico.