El turismo es un sector que evoluciona con el tiempo y genera dinámicas que modifican la forma en que las personas eligen, planean y disfrutan sus experiencias en los destinos. En 2025, la industria de los viajes se verá marcada por tendencias
que ya muestran señales de consolidación y que, según Anato, tendrán un impacto directo en los flujos de turistas, la oferta de servicios y las estrategias de las empresas.
“Estas tendencias y preferencias nos hacen reflexionar en la relevancia que tiene la adaptación de innovaciones tecnológicas, la inclusión de más y nuevos productos y servicios en la oferta, y la adaptación de los empresarios, de cara a las demandas del mercado actual, lo cual demanda ser más estratégicos y vanguardistas, de acuerdo a las pautas que traza el sector”, explicó Paula Cortés Calle, presidente ejecutiva de ANATO.
De acuerdo con un informe internacional de la firma Phocuswright, se identifican siete aspectos centrales que marcarán la evolución del turismo en 2025.
Crecimiento sostenido del mercado mundial de viajes
El primer punto se relaciona con el crecimiento sostenido del mercado global. El análisis proyecta que la industria continuará en expansión hasta 2026, con un aumento anual de entre el 8% y el 12% en las reservas en línea. Esta tendencia responde a la consolidación de las plataformas digitales y a los cambios en los hábitos de los consumidores, que privilegian cada vez más los canales virtuales para organizar sus itinerarios.
El estudio advierte que este crecimiento no será uniforme en todos los mercados, aunque la digitalización seguirá siendo un eje transversal. Las agencias de viajes, operadores y aerolíneas deberán reforzar su presencia en entornos digitales y adaptar sus modelos de atención al cliente para atender la demanda de usuarios que priorizan rapidez, disponibilidad de información y personalización en sus decisiones de compra.
El segundo aspecto destacado está vinculado con el incremento de las reservas brutas globales. Según los cálculos de Phocuswright, en 2025 estas alcanzarán los USD 1,72 billones, lo que representa un aumento del 8% frente a los USD 1,6 billones registrados en 2024. Este volumen evidencia la recuperación plena del sector tras los años de desaceleración y la entrada en una etapa de consolidación marcada por la estabilidad en los principales destinos emisores y receptores.