Aunque las proyecciones económicas siempre están sujetas a factores externos,
la combinación de datos oficiales, tendencias de inversión y análisis de organismos multilaterales permite anticipar cuáles podrían ser
los países de Sudamérica con mayor crecimiento entre 2026 y 2030. En este sentido, la inteligencia artificial (IA)
dio su veredicto sobre las naciones con mejores proyecciones para los próximos cinco años.Según ChatGPT, se espera que las economías más dinámicas se caractericen por la diversificación productiva, la atracción de capital extranjero y el impulso de sectores clave como la energía, la minería, la agricultura y la tecnología.
Con base en proyecciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y análisis de consultoras privadas, así como tendencias de política económica, estos serían los cinco países con mejores perspectivas.
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1. Perú: minería y estabilidad macroeconómica
Perú mantiene una de las políticas fiscales más prudentes de la región y es uno de los mayores productores mundiales de cobre, recurso clave para la transición energética global. Los proyectos mineros a gran escala y la creciente demanda de minerales estratégicos podrían sostener un crecimiento anual superior al 3,5 % hacia finales de la década.
A pesar de la inestabilidad política reciente, el mercado ha demostrado resiliencia, respaldado por un sector exportador sólido y una clase media en expansión.
2. Paraguay: energía limpia y expansión agrícola
Paraguay cuenta con una de las matrices energéticas más limpias del mundo, gracias a sus represas hidroeléctricas. Esto le otorga ventajas competitivas para atraer industrias intensivas en energía. El país también ha consolidado su posición como exportador de carne y soja, con mercados clave en Asia y Europa.
El bajo nivel de deuda pública y la inflación controlada lo colocan en una posición sólida para sostener su crecimiento.
3. Uruguay: estabilidad y tecnología
Uruguay combina estabilidad institucional, políticas claras y una creciente apuesta por la economía digital. El país se ha convertido en un hub para empresas tecnológicas y de servicios, con incentivos fiscales y un entorno favorable para la inversión extranjera.
Su diversificación en energías renovables y su enfoque en valor agregado agrícola podrían impulsar un crecimiento sostenido del 2,5 % al 3 % anual.
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4. Chile: transición energética y litio
Chile es uno de los mayores productores de litio del planeta, insumo esencial para baterías eléctricas y almacenamiento de energía. La inversión extranjera en minería y energías renovables sigue siendo alta, respaldada por acuerdos comerciales con las principales economías del mundo.
Aunque enfrenta desafíos de desigualdad y demandas sociales, su marco institucional y apertura comercial son fortalezas claves para atraer capital.
5. Colombia: petróleo, café y economía diversificada
Colombia combina un sector exportador fuerte en hidrocarburos y café, con un creciente impulso hacia las energías renovables y la agroindustria. Las reformas orientadas a mejorar la infraestructura y la logística podrían reducir costos y aumentar la competitividad.
Además, su posición geográfica estratégica lo convierte en un nodo clave para el comercio internacional en el hemisferio occidental.
Factores comunes y riesgos compartidos